Leyendo el blog de Letras Libres me encontré con un post titulado De paso por la Feria del Libro de Leipzig, texto a cargo de Enrique G de la G, en donde se menciona de manera satírica algunos acontecimientos que dejan mucho que desear sobre una feria del libro tan supuestamente antigua y prestigiosa. Entre ello se menciona la presencia de cosplayers pertenecientes a diversos animes, mangas, videojuegos, tokusatsu y más.
El autor hace una referencia a la estrategia de mercado que resulta de que se realicen este tipo de presentaciones en una feria del libro, lo cual hizo un eco en mi memoria al saber que este 14 de abril dará inicio en la ciudad donde vivo una feria del libro y en la cual se empleará el mismo gancho de los cosplayers, realizando así una pasarela cosplay.
Creo entender el punto de vista del autor de Letras Libres, y con ello me refiero a lo barato que les resulta a los organizadores de las ferias sumar una atracción de este tipo, donde bajo el pretexto de un acercamiento a la cultura del cómic, la novela gráfica y por supuesto el manga, se realiza esta caminata fantástica de disfraces.
Todo esto tendría un valor inigualable si de verdad se tomara en cuenta: el cómic, la novela gráfica y el manga, y no propiamente sus derivados sin una base sustancial, el origen de este tributo que puede ser el tomar en tu propia carne la representación de un personaje a través de un vestuario fantástico.
Es muy importante y totalmente válido que las autoridades encargadas de brindar cultura busquen el acercamiento de la gente a estos eventos; no obstante, lo hacen de la manera equívoca ya que no pretenden un acercamiento verdadero a la lectura, (ya ni siquiera hablemos de literatura) a los productos que originan toda la parafernalia del mundo otaku, o al menos aquella que se aproxime a estimular el valor de la lectura en los jóvenes.
Con algunos cosplayers (y reitero sólo con algunos) ocurre que ni siquiera conocen el personaje que piensan interpretar, que recurren sólo al anime y no a la lectura previa o posterior del manga, para al menos conocer las características del personaje, su manera de ser y de habitar en una historia, por lo cual la base de ese personaje queda en el olvido (el manga en la mayoría de las ocasiones, no en todas, recordemos que hay historias hechas sólo para el anime, videojuegos, etc), convirtiéndose éstos cosplayers en sólo un grupo de "vestidos" y nada más.
Recuerdo el comentario que me hizo una cosplayer fronteriza que acudió en alguna ocasión a la Anime Expo en Estados Unidos, mencionó que estaba en su apogeo Death Note, y como ella gusta de hacer Crosplay (hacer cosplay de un personaje del género opuesto) quería hacer un cosplay del famoso "L", al preguntarle si le gustaba mucho el personaje, me respondió: no sé cómo es, ni cómo actúa, ni qué hace en la historia, nunca he leído el manga; pero está de moda, quizás empiece a comprar el manga más adelante.
Punto y aparte, como otaku considero que si de verdad te atrae una historia o un personaje, es indispensable buscar qué material escrito hay sobre la obra, no podemos quedarnos en admirar algo sin adentrarnos en ello, o de una manera tan superficial que no reconozcamos ni siquiera qué estamos adorando sin conocer quién es el autor, observar sus viñetas, sus trazos, cómo va construyendo su historia y a sus personajes etc, claro todo ello si el interés te da para esto, si no pues puede ser un gusto un poco por encima: lo mismo me gusta el lunes que el martes.
Recuerdo el comentario que me hizo una cosplayer fronteriza que acudió en alguna ocasión a la Anime Expo en Estados Unidos, mencionó que estaba en su apogeo Death Note, y como ella gusta de hacer Crosplay (hacer cosplay de un personaje del género opuesto) quería hacer un cosplay del famoso "L", al preguntarle si le gustaba mucho el personaje, me respondió: no sé cómo es, ni cómo actúa, ni qué hace en la historia, nunca he leído el manga; pero está de moda, quizás empiece a comprar el manga más adelante.
Punto y aparte, como otaku considero que si de verdad te atrae una historia o un personaje, es indispensable buscar qué material escrito hay sobre la obra, no podemos quedarnos en admirar algo sin adentrarnos en ello, o de una manera tan superficial que no reconozcamos ni siquiera qué estamos adorando sin conocer quién es el autor, observar sus viñetas, sus trazos, cómo va construyendo su historia y a sus personajes etc, claro todo ello si el interés te da para esto, si no pues puede ser un gusto un poco por encima: lo mismo me gusta el lunes que el martes.
Al intentar atraer a los jóvenes con el gancho fácil del cosplay, sin involucrarlos en la lectura (el verdadero objetivo de una Feria del Libro) anula la posibilidad de crear raíces fuertes y reales entre el que se anuncia en un inicio como espectador y quien tiene la posibilidad de convertirse en un lector verdadero.
Este tipo de ganchos buscan evitar el vacío en este tipo de eventos culturales atrayendo al mayor número de jóvenes posibles, interesados o no en la lectura, sino que también buscan atraer posibles votantes para las próximas elecciones estatales y muncipales, así como para "dar una buena cara a la sociedad".
Si verdaderamente hubiera un interés (legítimo, pues) de acercar no sólo a los más jóvenes sino al lector de todas las edades a la novela gráfica, el manga y el cómic como material de lectura propicio para cualquier edad, se realizarían otro tipo de estrategias en las que autores y lectores se vieran estimulados a participar, no sólo autores independientes sino también autores reconocidos, de todo tipo, y por supuesto el cosplay también tendría cabida (en parte como expresión del afecto que sienten los lectores hacia los personajes y las obras leídas), pero claro anteponiendo lo verdaderamente importante en una feria del libro: el estímulo a la lectura.